El fallecimiento de una persona no solo genera una pérdida en términos emocionales, sino también en la capacidad de sostenimiento de una cierta calidad de vida familiar, desde el cumplimiento de compromisos financieros, por ejemplo, la hipoteca, a la viabilidad de proyectos de vida, como pueden ser los estudios de los hijos.

Las compañías aseguradoras suelen tener diferentes criterios en el momento de valorar los daños cuando ocurre un siniestro, por lo que es importante tener claros los conceptos en el momento de la contratación para evitar sorpresas desagradables en el momento de la ocurrencia de algún siniestro.

Un simple cambio de domicilio puede generar problemas si no se ha cumplido con el requisito de comunicación a las diferentes administraciones como puede ser por ejemplo la comunicación de una sanción de tráfico.

La contratación de un plan de pensiones, cuyo objetivo es mantener el mismo nivel de vida cuando llegue el momento de la jubilación, tiene un nuevo aliciente para su contratación.

Una causa violenta, súbita, externa y ajena a la intencionalidad del asegurado que es como se define el accidente no lo podemos prever, pero si hemos tomado la precaución de protegernos frente a esa contingencia evitaremos los graves problemas que puede generar un fallecimiento o una invalidez por esta causa.

La consecución del carné de conducir tiene ya la consideración de un documento indispensable por la utilidad que conlleva, y su adquisición hace recomendable una buena preparación tanto a nivel teórico como práctico.