Un simple cambio de domicilio puede generar problemas si no se ha cumplido con el requisito de comunicación a las diferentes administraciones como puede ser por ejemplo la comunicación de una sanción de tráfico.
En el mundo del seguro ocurre lo mismo pues si ese cambio no se notifica al mediador o a la aseguradora las consecuencias pueden ser graves, como por ejemplo la comunicación de no renovación de la póliza puede generar que el asegurado este circulando sin seguro con las graves consecuencias que esto puede generar, no solo a nivel sancionador administrativo sino en caso de accidente. Las aseguradoras, si no quieren proceder a la renovación de la póliza deben comunicar, fehacientemente, al menos dos meses antes del vencimiento este hecho, y si por causa de un cambio de dirección no realizada por el asegurado esta acción no puede llevarse a cabo, la responsabilidad no recaerá en la compañía sino en el asegurado. Está claro, no obstante, el hecho de que si la aseguradora, teniendo la dirección correcta, no realiza la notificación fehacientemente la póliza debe seguir estando en vigor. Los mediadores que actúan profesionalmente suelen enviar, aunque no están obligados a ello, una notificación a sus asegurados advirtiendo de las acciones de la aseguradora, como puede ser la baja o simplemente la renovación de la póliza.
Otro de los supuestos que se pueden dar es el de la modificación de los datos bancarios sin notificación a la compañía generando una devolución de recibos que pueden generar graves problemas por baja de la póliza transcurrido el mes de gracia. Si este hecho de la devolución de recibos le añadimos el agravante de notificación de domicilio o datos de contacto el problema que se genera es muy grave para el asegurado, pues como decíamos anteriormente, puede encontrarse sin seguro con las consecuencias que puede generar este hecho.
La modificación del riesgo asegurado, por cambio de vivienda o de automóvil es otra circunstancia a tener en cuenta para notificar al mediador o a la aseguradora pues, además de cumplir con la obligación contractual del seguro suscrito evitaremos problemas en caso de, por ejemplo, haber vendido el coche y el nuevo propietario tenga un siniestro.
Como vemos, la actualización de datos es una acción que no debe quedar sin realizar cuando nos referimos al mundo del seguro por lo que la notificación al mediador de cualquier cambio de domicilio, de datos bancarios o de riesgo asegurado, se debe convertir en una de las prioridades a formalizar.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA