La instalación de piscinas hinchables en el balcón o terraza ya ha generado casos de derrumbe del edificio por no tomar precauciones relativas a la cantidad de peso que pueda soportar el forjado de la vivienda.
Las piscinas hinchables, fáciles de instalar, con diferentes medidas y materiales, pueden adquirirse con presupuestos pequeños y este verano han incrementado sus ventas notablemente. Pero los colegios profesionales de arquitectos, aparejadores y administradores de fincas han alertado del riesgo de instalar piscinas portátiles en terrazas o azoteas sin el asesoramiento de un técnico ya que, como indicábamos, el incremento de sus ventas por causa de la crisis del coronavirus ha sido debido a las limitaciones para acudir a piscinas convencionales. La caída de una piscina supone como mínimo daños materiales, pero si dentro hay personas y se desploma un balcón puede haber mayor gravedad, y el propietario es el responsable de los daños y perjuicios enfrentándose a graves consecuencias que no contempla cubrir el seguro del hogar. El problema no es sólo para las viviendas en vertical, pues colocar una piscina portátil en una casa terrera o en un adosado al lado de un muro de carga puede hacer que éste se desplace y se acabe desplomando.
Está claro pues que colocar una piscina en una terraza o balcón no es un problema de espacio disponible ya que en la mayoría de los casos hay superficie suficiente, dada la gran variedad de tamaños existentes en el mercado, sino que el problema puede ser el peso que la terraza o balcón puede soportar. Antes de adquirir una piscina, es necesario que los usuarios se pongan en contacto con un arquitecto o un aparejador para que compruebe el peso que es capaz de soportar la estructura de la terraza de su vivienda. De esta manera, sabrá si es viable instalar una piscina y el volumen de agua que puede soportar.
La legislación en España no indica nada específico sobre el uso de las piscinas portátiles, ni dónde y cómo colocarlas en terrazas o balcones. Lo que sí señala es que cada metro cuadrado forjado de una vivienda debe ser capaz de soportar la presión de 200 kilos, más que suficiente para muebles y personas. A menudo, los arquitectos e ingenieros aplican márgenes de seguridad para dar mayor firmeza a las construcciones y dotan a los suelos de unas resistencias de unos 350 kilogramos por metro cuadrado. En relación con el seguro hay que indicar que en todas las pólizas del seguro de hogar se contempla la exclusión por negligencia del asegurado, circunstancias que entendemos se puede dar en una vivienda que se derrumbe por la instalación de piscinas hinchables en terrazas o balcones sin las debidas precauciones. En conclusión, no es nada recomendable la instalación de una piscina hinchable en una terraza o balcón.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA