La creencia de que un seguro de hogar cubre todas las contingencias que ocurren en el mismo, es una idea bastante extendida y causa de muchas reclamaciones que por carecer de fundamentación, son rechazadas.
Los seguros del hogar, como todos los seguros, tienen una serie de límites y exclusiones que deben ser tenidas en cuenta a la hora de declarar un siniestro.
Centrándonos en las exclusiones de los seguros de hogar, advertimos que cada compañía, y dentro de ella, cada póliza tiene sus peculiaridades, y no existe una norma común para todas ellas. Analizaremos algunas de ellas.
Normalmente, y con carácter general, las compañías excluyen de la cobertura de la póliza aquellos daños que procedan del normal uso o conservación de los elementos de vivienda, así como aquellos daños producidos por falta de mantenimiento o conservación. Tampoco cubren los daños producidos con anterioridad a la contratación de la póliza.
Con independencia de esta exclusión genérica de todas las aseguradoras, en los daños por agua, es frecuente la reclamación por no haber sido atendido por la compañía cuando se ha roto una tubería, aunque no se han producido daños por agua ni en el continente ni en el contenido. Las pólizas cubren el daño producido por el agua pero no la simple rotura de una tubería, que debería ser atendida por la cobertura de asistencia si el asegurado la acepta. Relacionado con el agua, tampoco cubren las condensaciones.
En los fenómenos atmosféricos, las pólizas suelen tener una limitación de velocidad para el viento y cantidad de agua caída, y si los requisitos no se cumplen, el daño no estaría cubierto.
En las roturas solo suelen estar cubiertos los daños en cristales de mesas y ventanas o loza sanitaria, pero excluyen otro tipo de roturas, como por ejemplo la de las gafas.
En los aparatos dañados por cortocircuitos, subidas de tensión o corrientes anormales, solo suelen cubrir el daño cuando éste se produce por esa circunstancia y se excluyen aquellos aparatos que sobrepasen una determinada antigüedad, que vendrá fijada en póliza.
Podríamos extendernos más en otras coberturas como la de robo fuera y dentro del hogar, pérdida de alimentos, daños estéticos, etc., pero sobre todo lo que queremos resaltar es la importancia de consultar antes de declarar un siniestro, pues nos podemos encontrar con una gran siniestralidad en la póliza contratada sin haber sido atendido por falta de cobertura.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA