La búsqueda de un seguro para el coche que cubra las necesidades del asegurado es una de sus finalidades primordiales en el momento de su contratación y en la renovación anual del mismo.
Efectivamente, el hecho de que todos los coches dados de alta en tráfico tengan que tener, como mínimo, el seguro obligatorio conlleva la necesidad, según las características del conductor y del vehículo, de completar el mismo con otras coberturas que pueden considerarse incluso necesarias. El precio no siempre determina que la póliza sea mejor y que, aunque las coberturas incrementan la prima o suponen un gasto extra, es posible encontrar seguros con coberturas que van más allá del seguro obligatorio para poder circular. Las aseguradoras suelen ofrecer un amplio abanico de posibilidades de contratación desde ese seguro obligatorio, como puede ser un tercero en el que incluyan la cobertura de responsabilidad civil voluntaria, la defensa y reclamación de daños, asistencia en viaje y seguro del conductor. Otra posibilidad es que además de lo anterior incluyan robo, incendio y lunas. Estas coberturas serían recomendables para vehículos con una cierta antigüedad.
Estas coberturas, y sobre todo para los vehículos nuevos, pueden ser completadas con el seguro a todo riesgo que incluye la cobertura de daños propios con o sin franquicia. Asegurar el coche a todo riesgo durante los primeros años de vida suele ser una práctica habitual, aunque el importe de la prima muchas veces obliga a decantarnos en buena medida por las ofertas más asequibles al bolsillo. Otro elemento es la antigüedad del vehículo que puede constituir un obstáculo insalvable para contratar un seguro a todo riesgo. Que los límites de la póliza sean importantes no implica que tengas que elegir un seguro a todo riesgo. Esta modalidad solo merece la pena cuando el coche es nuevo o tiene un valor muy alto, ya que cubre los daños propios. Como este tipo de productos son los más caros, puedes ahorrar en tu seguro de coche a todo riesgo contratando una franquicia. Con esta opción pagarás menos, pero, en caso de sufrir siniestro por tu culpa, tendrás que asumir los gastos correspondientes a la cantidad que hayas contratado.
No obstante, la dificultad para elegir un seguro es la variedad de ofertas que existen en el mercado por lo que se hace cada vez más necesaria la intervención de profesionales para que la labor de información sea completa. Esa labor de información realizada por verdaderos profesionales, como son los mediadores de seguros, da un valor añadido a la póliza, ya que complementa los servicios de las aseguradoras, a la vez que vigilan sus intereses frente a ellas.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA