La franquicia es la cantidad de dinero que el asegurado asume en cada siniestro, es decir, es el importe que queda exento de cobertura por parte de la aseguradora. Este importe se deducirá del valor de los daños para establecer la cantidad de indemnización o prestación que corresponde pagar al asegurador en caso de siniestro.
Si los daños no exceden del importe de la franquicia, la aseguradora no indemnizará.
Como consecuencia de ese pago que tiene que realizar el asegurado, la compañía paga menos importe de indemnización, y disminuye, por tanto, el importe de la prima. Es decir, al asumir el asegurado parte del riesgo en el siniestro, la compañía disminuye la prima a pagar. Se aplica para todos y cada uno de los siniestros que se produzcan durante la vigencia del seguro y su importe puede variar, siendo recomendable, en este caso, que se asesore para contratar el que más se ajuste a sus necesidades.
La franquicia puede operar de dos modos distintos: franquicia absoluta, que es la más habitual, y franquicia relativa. En la primera la aseguradora solo pagará la diferencia entre los daños sufridos y el importe de la franquicia, mientras que en el segundo si se supera el importe de la franquicia la aseguradora pagará la totalidad de los daños. En el automóvil, aunque se puede aplicar a coberturas como el incendio o el robo, lo normal es que solo se contrate para la cobertura de daños propios, al ser la mas cara, en relación con el resto de las coberturas, y al importe de la indemnización.
Pero es muy importante tener en cuenta que en este tipo de seguro la franquicia se aplica por cada siniestro que se tenga, por lo que es muy recomendable no acumular daños que pudieran originar un desembolso importante de dinero. Así, por ejemplo, tenemos este tipo de seguro con una franquicia de 300 €, pagaríamos ese importe por cada siniestro, y si presentamos daños generales, ese importe se multiplicaría por cada zona dañada.
Con lo expuesto, si bien es cierto que este tipo de seguro abarata el importe que tengamos que pagar por él, es especialmente importante estar asesorado en el momento de la contratación y cuando se produzca un siniestro.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA