La mayor parte de los aficionados a las dos ruedas comienzan teniendo un ciclomotor o una pequeña moto para ir, con el paso del tiempo, aumentando de cilindrada o adquiriendo motocicletas de precio más alto. Cada vehículo tiene unos condicionantes distintos y requiere de una póliza de seguro de motocicleta diferente.
Al contratar el seguro de moto, según la edad, es probable que los requerimientos varíen encontrándonos, incluso, que haya compañías que para determinada edad o antigüedad del carné no realicen la contratación de la póliza. Ya de por si el hecho de conducir un vehículo que tenga dos o tres ruedas hace aumentar el riesgo de caídas, elemento que tienen en cuenta las aseguradoras por los consiguientes gastos de reparación no solo de los daños materiales, sino también de los daños corporales.
La evolución de la compra de las motocicletas esta relacionada con la edad y con la experiencia del conductor buscando cada vez más la de mayor cilindrada y esta circunstancia hace que también el seguro se adecue a esa evolución. Los ciclomotores o motocicletas de pequeña cilindrada o de una cilindrada mayor, pero de segunda mano, suelen ser las adquiridas por conductores jóvenes ya que el precio es una de las características básicas a la hora de adquirir el vehículo. Por lo que la contratación de un seguro básico con la cobertura del conductor sería la más adecuada. En la compra de motos de mayor cilindrada, normalmente para conductores con más edad, la recomendación es el seguro a terceros ampliado, que presentan más garantías que el básico sin mucha diferencia de precio. Por último, los conductores veteranos suelen decantarse por motocicletas de gama alta, para los que la recomendación va dirigida a los seguros más amplios posibles (todo riesgo con o sin franquicia).
En relación al seguro, aunque cada aseguradora es distinta, existen coberturas comunes para estos tipos de seguros que hemos indicado, y si bien es cierto que la única imprescindible es la del seguro obligatorio, lo habitual es incluir alguna más, como la responsabilidad civil voluntaria, la defensa jurídica y reclamación de daños, la asistencia en viaje y, sobre todo, la del seguro al conductor, cobertura que consideramos de vital importancia para cubrir las lesiones que pueda sufrir el conductor en un accidente con culpa suya o sin contrario. La contratación de otro tipo de coberturas puede ser tenida en cuenta, pero lo que se hace indispensable para una correcta conjunción de todas estas coberturas es el asesoramiento profesional de un mediador que buscará las necesarias para cada caso en concreto.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA