Durante la época del invierno las motocicletas son menos utilizadas ya que durante esa época del año el frío, la nieve y en general el mal tiempo puede provocar mala estabilidad en la carretera y falta de visibilidad, pero con la llegada de la primavera, y sobre todo el verano, las estaciones mas propicias para su utilización, se incrementa el número de motoristas en vías urbanas e interurbanas.
Lamentablemente es que las estadísticas de accidentes con fallecidos o heridos graves siempre suelen incluir algún motorista.
Las motocicletas pueden circular tanto por carretera como por ciudad y los factores que condicionan los accidentes pueden ser la velocidad y los obstáculos. Estos factores que condicionan el accidente, como por ejemplo circunstancias metereológicas y la existencia de obstáculos en la trayectoria de la caída inciden en el accidente. Normalmente en las vías urbanas existen más obstáculos y en carreteras influye la velocidad.
Pues bien, frente a esta siniestralidad de las motocicletas o ciclomotores la búsqueda de un buen seguro se torna fundamental. Con independencia de los daños que podamos ocasionar a terceros, amparados por el seguro obligatorio, los daños que podamos sufrir requieren la contratación de la cobertura del conductor, esencial para la conducción de este tipo de vehículos ya que ampara a la única persona no cubierta por el seguro obligatorio: el conductor.
Con independencia de este tipo de seguro, si se dispone de una moto de un precio elevado es normal querer estar tranquilo ante la posibilidad de su sustracción por lo que la contratación de la cobertura de robo, en estos casos, es interesante. Pero es importante conocer que cobertura de robo se contrata ya que algunas aseguradoras solo contratan la sustracción total del vehículo, excluyendo de la cobertura la sustracción de elementos de la motocicleta. La posibilidad de la inclusión o no de franquicia en este tipo de seguros es otra de las posibilidades que ofrecen los seguros.
La contratación de otro tipo de coberturas, como la de defensa y reclamación de daños debería ser tenida en cuenta, pero lo que se hace indispensable para una correcta conjunción de todas estas coberturas es el asesoramiento profesional de un mediador que buscará las necesarias para cada caso en concreto.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA