El entorno en el que nos movemos, donde la palabra crisis genera incertidumbre, está motivando que la política de ahorro familiar conlleve recortes en conceptos que se consideran no ser importantes. Este es el caso del seguro del hogar.
El carácter de seguro no obligatorio del multirriesgo del hogar está sufriendo esta circunstancia que entendemos no se ajusta a la realidad ya que, desde nuestro punto de vista, un seguro de hogar, supone una garantía frente a posibles reclamaciones y daños que nos pudieran reclamar o sufrir en nuestro domicilio y cuyo coste sí que sería completamente perjudicial para nuestra economía. En definitiva creemos que un seguro de hogar correctamente contratado puede ser una medida de ahorro.
Tal afirmación está basada en las coberturas básicas que normalmente encontramos en todos los seguros multirriesgo de hogar, como pueden ser los daños por agua o la responsabilidad civil, por ejemplo. Intentaremos, con carácter informativo y sin entrar en profundidad en cada una de las coberturas que normalmente ofrecen las aseguradoras, justificar nuestra afirmación.
¿Qué coste tendría una fuga de agua en nuestra vivienda que dañara pared, tarima/parqué y que afectará a un alicatado que ya no se fabrica?. La respuesta es fácil de conocer y si, por desgracia, ocurre ya tenemos un elemento de ahorro importante. La cobertura de daños por agua cubriría esta contingencia, incluyendo, en su caso, la cobertura de daños estéticos.
Si a lo anterior le unimos el hecho de haber producido daños a terceras personas, por daños corporales, materiales o perjuicios, el montante económico ascendería en la medida del daño producido, pero la cobertura de responsabilidad civil cubriría ese desembolso con el consiguiente ahorro.
En periodo de vacaciones la policía siempre emite recomendaciones para evitar que se produzcan robos en las viviendas lo que no impide que los amigos de lo ajeno accedan a la vivienda, creando verdaderos trastornos a los propietarios o inquilinos al llevarse bienes y/o dinero. Para hacer frente a esta circunstancia nos encontramos con la cobertura de robo, hurto o atraco, que la mayoría de las compañías, con limitación económica amplían para atraco en el caso de que produzca fuera del domicilio.
Podíamos seguir exponiendo más posibilidades de hechos cubiertos por la póliza de hogar que, en caso de producirse la contingencia cubierta, evitara un desembolso económico para nuestro bolsillo, como pueden ser la rotura de cristales, el incendio, defensa jurídica, etc…, pero creemos que los datos expuestos fundamentan nuestra afirmación de que el seguro de hogar no es un gasto sino una medida de ahorro.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA