Independientemente del tamaño que tenga tu empresa o de la actividad que se lleve a cabo, tener o no una póliza contratada puede suponer la supervivencia o la ruina del negocio. Un robo, un incendio o una fuga de agua, son daños pueden ocasionar pérdidas millonarias que habrá que asumir por completo si no tienes contratada una póliza que se haga cargo de los desperfectos ocasionados.
El inicio de la actividad empresarial conlleva riesgos y el empresario debe asumirlos poniendo los medios para que se generen ventas o no decaiga la contratación de los servicios que presta, por lo que la contratación de este tipo de seguros se torna necesario pues supone, sin duda, una ayuda para estar tranquilo frente a los imprevistos que puedan surgir.
La mayoría de los negocios necesitan de un lugar para desarrollar su actividad, por lo que hay que tener en cuenta en la contratación, según se sea propietario o inquilino, los valores del continente y el contenido para evitar problemas a la hora de un siniestro. En este punto es muy importante resaltar que se debe comunicar cualquier modificación de esos valores a la aseguradora, sobre todo en lo referente al contenido, pues es un elemento más susceptible de modificación que el continente. En relación con el contenido hay que indicar que se incluyen los muebles, ajuar, mostradores, aparatos de ofimática, etc. Aquí es importante el apartado de las mercancías que deberán valorarse las que estén dentro del local para que, en caso de siniestro, la aseguradora lo incluya en la indemnización
Por tanto, el seguro de comercio es un seguro multirriesgo cuya finalidad es proteger los bienes materiales de la empresa (Inmuebles, maquinaria, mobiliario y mercancías), su responsabilidad frente a reclamaciones de terceros y garantizar sus ingresos en caso de paralización de la actividad como consecuencia de un accidente. Pero hay que tener en cuenta que no todos los comercios son iguales, por lo que a la hora de contratar un seguro hay que tener en cuenta las variables que se puedan dar, tales como la actividad que desarrolla, la ubicación, la superficie, si tienen escaparates, si hay empleados, etc. Todos estos condicionantes requieren un asesoramiento profesional para buscar la póliza más idónea para la protección de la actividad empresarial.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA