El seguro para comercio es un producto dedicado al comerciante preocupado por proteger su medio de vida. Trata en definitiva que el comerciante no vea alterada su forma de vida por la ocurrencia de un siniestro que pudiera paralizar su actividad.
La gestión de un comercio no solo depende del producto que vendamos o las habilidades que tengamos para ofrecer al cliente, sino que, también se debe tener en consideración las posibles incidencias que puedan surgir para el normal desarrollo de la actividad comercial. En este seguro se ven contemplados los riesgos más comunes que podrían afectar a tu comercio, como puede ser, por ejemplo, el robo. Del mismo modo que en los seguros de hogar, las coberturas de un seguro de comercio se configuran en torno a dos conceptos: continente (local) y contenido (mobiliario y equipos electrónicos o maquinaria), y dependiendo si se es propietario del local o inquilino.
El continente comprende los elementos de construcción, como las paredes, suelos, techo, etc, que interesa contratar al propietario del local. Es importante buscar la cobertura de aquellas obras o reformas del local, pues su contratación por el inquilino ahorraría bastantes problemas en caso de siniestro.
En relación al contenido se incluyen los muebles, ajuar, mostradores, aparatos de ofimática, etc. Aquí es importante el apartado de las mercancías que deberán valorarse las que estén dentro del local para que, en caso de siniestro, la aseguradora lo incluya en la indemnización.
En resumen, estos elementos, junto con un adecuado asesoramiento, se deben tener en cuenta para que tu negocio no vea afectada su actividad en el caso de un siniestro. Hay que tener en cuenta que estos seguros deberán estar adecuados a las necesidades del negocio con los que además de las coberturas básicas pudieran estar complementadas con otras adicionales que te recomendaran.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA