El seguro de coche en España es un seguro multirriesgo, es decir, que engloba diferentes seguros (habitualmente conocidos como coberturas) en una única póliza, ofreciéndose en diferentes formatos tales como terceros básico con o sin lunas, terceros ampliado, y todo riesgo con o sin franquicia.
Normalmente el criterio que se sigue en la búsqueda de un seguro es el económico sin tener en cuenta que lo importante en un seguro no es el coste de este sino la cobertura que nos da en caso de accidente. Un seguro puede ser muy económico, pero a la hora de la verdad, que es la ocurrencia del siniestro, nos puede dejar desamparados o escasamente protegidos. Es necesario, en este punto, hacer referencia a aquellos vehículos que circulan sin seguro, que por ahorrase el pago de este pueden ser multados por una cantidad superior a su coste y, en caso de siniestro, obligados a pagar una cantidad importante de dinero, además del montante de la sanción. Es decir, actualmente conducir sin el seguro obligatorio no compensa ya que los medios de que disponen las autoridades hacen fácilmente detectables esos vehículos mediante el fichero FIVA, y esos sin tener en cuenta los perjuicios en caso de accidente en los que el coste de este, cubiertos para el perjudicado por el Consorcio de Compensación de Seguros, le serán reclamados.
Las pólizas de seguro tienen primas diferentes, si se considera el año y modelo del coche, la edad y experiencia de quien lo conduce, si se trata de un coche clásico, histórico o viejo, si es coche de autoescuela o si lo quieres asegurar a todo riesgo o a terceros. Todas estas variantes hacen que no sean comprables los seguros de una a otra persona ya que los diferentes elementos que configuran la prima no son iguales. A pesar de que para diversos productos existan las tarifas planas (seguros de clásicos, por ejemplo, en los que rige la antigüedad del vehículo), tienen límites de edad y antigüedad del carné que delimitan su contratación. Contratemos un todo riesgo, un tercero de riesgos combinados o un tercero normal, siempre debemos fijarnos no el precio sino en el contenido de las coberturas.
Efectivamente no dejamos de ver en los medios de comunicación ofertas de seguros prometiendo ser más baratos que otros con independencia de la prima que se este pagando y cuando cotejamos el tipo de seguro contratado vemos que efectivamente tiene las mismas coberturas, pero indagando en las mismas el contenido difiere. Todas ofrecen o deberían de ofrecer, por ejemplo, el seguro del conductor pero la indemnización en caso de fallecimiento o invalidez es menor en las compañías más económicas y por eso abaratan las primas. Con esta premisa deberíamos buscar la póliza correcta, para cuya localización no hay mejor sistema que hacerlo con un mediador de seguros que además de buscarle el seguro que más le conviene le asesorará sobre el contenido de las coberturas contratadas.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA