No tratamos de plantear aquí un dilema sobre cuál de los servicios de sanidad es mejor o peor sino de ver qué ventajas conlleva un servicio frente a otro. Es indudable que la sanidad pública en España es buena, aunque la demora en las prestaciones y en las consultas lleven muchas veces a cuestionar su eficacia.
No se trata aquí de cuestionar un servicio público que, con sus defectos, como decíamos es bueno, sino de intentar resaltar las posibilidades de obviar esas dificultades mediante la exposición de las ventajas que conlleva la contratación de un seguro privado. Hay muchos motivos por los que elegir un seguro privado de salud: la tranquilidad de poder acudir fácilmente a las consultas de médicos especialistas, la rapidez a la hora de pedir una consulta, la posibilidad de acceder a los tratamientos más punteros… Cada persona tiene su motivación particular para querer acceder a este tipo de seguros.
Antes que referirnos al seguro privado hay que resaltar la importancia de la prevención que es una cuestión básica cuando nos referimos al cuidado de nuestra salud ya que la aparición de una enfermedad suele ser inesperada y tenemos que hacer frente a ella en las mejores condiciones. Teniendo en cuenta esa prevención hay que resaltar que para contratar un seguro privado se tienen en cuenta las enfermedades anteriores pues cuando se tiene alguna es posible que la aseguradora no quiera asumir el riesgo o incremente la prima de la póliza ya que para su contratación hay que cumplimentar un cuestionario médico, donde se formulan una serie de preguntas relativas al estado de salud en el momento de la suscripción del seguro. Es muy importante cumplimentar este cuestionario sin omitir información y de manera veraz, pues si no es así la compañía puede rescindir el contrato y no atender la prestación sanitaria derivada de una enfermedad no declarada. En caso de enfermedad o patología anterior a la contratación, es decir la preexistencia declarada en el cuestionario puede conllevar, o bien la negativa de la aseguradora a la contratación, o bien el establecimiento en la póliza de algunas restricciones relativas a su tratamiento.
Es importante tener claro que no todos los seguros de salud son iguales por lo que es muy importante estar bien asesorados para buscar el más conveniente para nuestra familia y para nosotros mismos ya que los hay que ofrecen una cobertura básica y otros que contemplan los más variados servicios. Los seguros de carácter básico tienen como coberturas fundamentales la asistencia sanitaria primaria y la asistencia de especialistas. Las mejores pólizas de este tipo permiten contratar módulos para ampliar las prestaciones, como los módulos de garantías hospitalarias, que cubren la estancia en hospital por intervención quirúrgica. Pero tras este planteamiento hay que tener en cuenta una serie de variables como es la posibilidad económica de hacer frente al gasto que esto supone, y las agresivas campañas que realizan las aseguradoras con precios asequibles, que incluso ofrecen buenos precios con copagos que abaratan la prima y que conllevan que tengamos que abonar parte del servicio.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA