El actual sistema de gestión de la mayoría de los siniestros entre las aseguradoras, con aplicación de los convenios que tienen suscritos, conlleva unos trámites limitados en el tiempo para que, por vía amistosa, se puedan solucionar la mayoría de ellos.
Si en un siniestro ambos implicados presentan su correspondiente declaración, la tramitación se desarrollaría normalmente, con la correspondiente, en su caso, aceptación de culpa o su disparidad. En las pólizas de seguro del automóvil se incluye la cobertura de defensa y reclamación de daños que permite gestionar los siniestros de culpabilidad o perjuicio. Para agilizar esta tramitación es recomendable cumplimentar el parte amistoso de accidentes para que los trámites sean más cortos ya que la consecuencia más llamativa de este parte es la agilización de los trámites del siniestro acortando mucho los plazos para su resolución. Este hecho, sobre todo en los vehículos asegurados bajo la modalidad denomina "a terceros", es fundamental. Incluso ya hay muchas compañías que, aún teniendo el vehículo asegurado bajo esa modalidad, cuando su asegurado presenta un parte amistoso correctamente cumplimentado, con culpa de contrario, le dan el mismo tratamiento que los denominados "todo riesgo".
Pero algunas veces recibimos de nuestra aseguradora una reclamación de un siniestro en el que podemos haber intervenido o no. La cuestión es muy importante porque una posible imputación de un siniestro por no haber atendido el requerimiento de la aseguradora puede acarrear no solo una repercusión económica por la subida de la prima, sino que conllevaría la inclusión en un fichero histórico del seguro del automóvil (SINCO). La sorpresa de ver incrementada la prima del seguro, al vencimiento, como hemos indicado, es una de las posibles consecuencias de no haber atendido el requerimiento de nuestra aseguradora, cuando nos hace llegar una notificación de recepción de la reclamación de un siniestro. El fichero SINCO está creado para que las aseguradoras adheridas consulten los antecedentes de los asegurados que quieren cambiar de compañía.
En algunos casos, incluso, se reciben reclamaciones de siniestros en los que no hemos intervenido, y nuestra aseguradora, si no hay respuesta por nuestra parte, tendrá que aceptar la culpabilidad del siniestro con las consecuencias antes mencionadas. Por eso, y dada su importancia, debemos tener siempre actualizados los datos de contacto con nuestra aseguradora para evitar situaciones perjudiciales para nuestros intereses.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA