Normalmente cuando nos referimos a una conducción segura estamos pensando exclusivamente en la responsabilidad en el manejo del vehículo cuando circulamos, respetando las normas de tráfico, pero esa seguridad debe ir acompañada por otros elementos que deben ser tenidos en cuenta, como son la documentación y el seguro adecuado para el vehículo que utilizamos.

Existe la creencia de que la contratación de una póliza de seguro obliga a la aseguradora a cubrir cualquier contingencia que surja, ya sea en los seguros de automóvil, multirriesgo e incluso en los de vida.

El no poder disponer del coche habitual puede llegar a convertirse en un grave problema para algunas personas que ven que no pueden, por ejemplo, trasladarse a su lugar de trabajo.

La prudencia y el cumplimiento de las normas de trafico son el mejor antídoto para prevenir los accidentes por lo que siempre debemos tenerlo en cuenta a la hora de coger un coche. Importante también es mantener la calma en el caso de un accidente, tomando las precauciones necesarias y no discutir para evitar situaciones que no llevan a nada positivo. Son diferentes las circunstancias en las que se puede producir un accidente con el correspondiente tratamiento de las aseguradoras de acuerdo con la póliza contratada.