Los seguros de decesos han mantenido durante la crisis sanitaria todas sus coberturas a pesar de la dificultad de poder desarrollar su trabajo por la normativa especial y manejo de cadáveres que ha generado el COVID-19.
El seguro de decesos es una póliza que se contrata para que los familiares y amigos no tengan que correr con los gastos que supone un entierro y los trámites consiguientes. En esta modalidad de seguro los riesgos normalmente cubiertos son la prestación de servicios funerarios y las gestiones administrativas que conlleva un fallecimiento. También pueden asegurarse la asistencia en viaje y los traslados de los fallecidos, particularmente cuando se producen en un lugar o país distinto del de la residencia del fallecido. Ahora bien, si el asegurador no ha podido prestar los servicios contratados por causas ajenas a su voluntad, fuerza mayor o haberse realizado el servicio por otros medios distintos a los ofrecidos por la aseguradora, ésta tendrá la obligación de satisfacer la suma asegurada a los herederos del asegurado fallecido y no será responsable de la calidad de los servicios prestados. Las pólizas tienen un capital asegurado concreto y si no se consume entero la aseguradora está obligada a la devolución de la diferencia. Para conocer el desfase, habrá que pedir a la aseguradora la factura con los servicios y costes desglosados.
Si concurrieran varios contratos de seguros en la misma aseguradora, el asegurador estará obligado a devolver al tomador o a sus herederos las primas pagadas por el seguro que haya decidido anular. Pero, en caso de fallecimiento, si concurrieran varios seguros de distintas aseguradoras, el asegurador que no hubiera podido cumplir con su obligación de prestar el servicio funerario en los términos y condiciones pactados, estará obligado al pago de la suma asegurada a los herederos del asegurado fallecido. Cabe señalar que todas las coberturas de un seguro de decesos han de estar correcta y detalladamente relacionadas en el contrato. Pero, además, si queremos saber en qué consiste un seguro de decesos, debemos tener en cuenta que los familiares tendrán derecho a reclamar servicios por la cuantía asegurada y exigir el sobrante no invertido. Este último punto adquiere mucha importancia dado que el estado de confinamiento en el que hemos estado ha generado que las aseguradoras no pudieran cumplir con la totalidad de los servicios contratados lo que conlleva que haya un remanente que deberá ser abonado a los herederos.
Esta clara la utilidad de los seguros de decesos, pero si aun así no se tiene contratado y se ha pagado a la funeraria el servicio hay que tener en cuenta que los precios no pueden ser superiores a los anteriores a la pandemia para lo que deberemos cerciorarnos por el precio de tarifas si han sido los adecuados y si no ha sido así requerirles para el abono de la diferencia pagada en demasía.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA