La utilización del coche familiar, que era conducido por el padre o la madre de la familia, suele ser el objeto de deseo de los hijos que acaban de sacar el carné de conducir y generan una serie de cuestiones en relación con el seguro que es muy importante tener en cuenta para no tener problemas con las aseguradoras.
En efecto, la obtención de la licencia para conducir habilita para conducir el vehículo familiar sin ninguna traba legal, pero en los seguros nos encontramos con el hecho de que algunas aseguradoras no aseguran o incrementan notablemente la prima para no tener que soportar el riesgo.
En efecto, al contratar una póliza de seguros, la aseguradora fija la prima de acuerdo con la información facilitada por el asegurado, y si varían las circunstancias relativas al vehículo o al conductor, con la correspondiente agravación del riesgo, la compañía puede variar el contrato, aceptando las nuevas circunstancias o incluso rescindir la póliza. Pero ¿qué es la agravación del riesgo? Es una situación que se produce cuando en el riesgo que se asegura surgen circunstancias que antes no existían, como puede ser la edad y/o el tiempo del carné de conducir de la persona que va a utilizar el vehículo y que tenemos la obligación de comunicar a la aseguradora cuando se produce. Para elegir la mejor opción y que más nos conviene a la hora de contratar un seguro, es importante tener en cuenta determinados aspectos, como pueden ser las coberturas que ofrece la póliza y el precio que esta tiene, información que puedes obtener de tu mediador ya que un conductor menor de 25 años y el carné recién sacado, con independencia de la edad, tiene varias opciones como por ejemplo ser conductor habitual u ocasional.
La opción que suele utilizarse, sobre todo al inicio, para pagar menos en el seguro de su coche es inscribirse como conductor ocasional en el seguro del padre o de la madre, no incrementándose mucho la prima del seguro. No obstante, esta opción tiene su parte negativa, todo el tiempo que el conductor ocasional figure como tal, no sumará antigüedad. Por ello, a la hora de suscribir un seguro como titular, tendrá que asumir un precio mucho más alto que el que tendría si sumase todos los años que ha conducido. Esta última incidencia no ocurrirá si figurase como conductor habitual, pero como hemos indicado anteriormente la prima suele ser bastante más cara e incluso no podrían asegurarse en algunas aseguradoras.
Para concluir, lo que nunca recomendaremos es la conducción de un vehículo sin declarar la agravación del riesgo ya que podríamos encontrarnos con serios problemas en caso de siniestro por lo que reiteramos nuestro consejo de acudir a un mediador para estar debidamente asesorados.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA