Al asegurar nuestra vivienda o local, la aseguradora nos fija una prima de acuerdo con los valores de continente y contenido declarados. Si no se modificasen estos valores quedarían obsoletos, y a la hora de indemnizar en caso de siniestro, las compañías abonan de acuerdo con esos valores. Esto se evita mediante la cláusula de revalorización de capitales.