Cuando formalizamos una póliza de seguros estamos protegiéndonos contra los eventuales perjuicios que se puedan producir en nuestra salud o en nuestros bienes, es decir, frente a un siniestro.
Cuando formalizamos una póliza de seguros estamos protegiéndonos contra los eventuales perjuicios que se puedan producir en nuestra salud o en nuestros bienes, es decir, frente a un siniestro.