En el estado de confinamiento en el que nos encontramos la utilización de la moto no tiene diferencias con respecto a su limitación de uso que la de los coches por lo que circular con ella estará supeditado a la aplicación de las diferentes fases que debemos pasar hasta la total libertad de circulación, aunque durante algunas fases podamos circular por nuestra provincia.
El gobierno ha propuesto una serie de escenarios para regresar a una vida normal de forma gradual. Hacer lo que antes del coronavirus con tu moto aún no tiene fecha exacta, pero sí podrás montar desde ya, eso sí, con ciertos límites. Por eso las concentraciones de motos, durante el estado de alarma, no tienen sentido dada la normativa reguladora del estado de confinamiento y fases de desescalada en la que nos encontramos. Es importante resaltar que durante el estado de alarma los seguros de las motos mantienen sus coberturas, tanto si son pólizas a terceros (responsabilidad civil obligatoria) como a todo riesgo, con o sin franquicia, manteniendo coberturas tan importantes en este tipo de vehículos como la del seguro del conductor.
Pero en esta vuelta a la nueva normalidad seguimos teniendo el mismo problema de la siniestralidad de este colectivo, y así la DGT ha tenido que pedir prudencia a los motoristas por el repunte de fallecidos en el proceso de desescalada. Los motoristas fallecidos son los usuarios que acumulan el mayor incremento de siniestralidad desde el pasado 18 de mayo pese a las restricciones de movilidad. Más de la mitad de los fallecidos en los tres fines de semana, según datos de la misma fuente, eran motoristas, y la mitad de los accidentes que han causado el fallecimiento son salidas de la vía, que es un accidente asociado directamente a las distracciones y a los excesos de velocidad. Hay que tener en cuenta que durante las fases 1 y 2 de la desescalada solo se permite circular dentro de la misma provincia. Pues bien, frente a esta siniestralidad de las motocicletas o ciclomotores la búsqueda de un buen seguro se torna fundamental. Con independencia de los daños que podamos ocasionar a terceros, amparados por el seguro obligatorio, los daños que podamos sufrir requieren la contratación de la cobertura del conductor, esencial para la conducción de este tipo de vehículos ya que ampara a la única persona no cubierta por el seguro obligatorio: el conductor.
Hay muchas opciones para asegurar una moto y elegir la que más se ajuste a tus necesidades no siempre es fácil. Puede parecer evidente, pero, aunque existen moteros de varios tipos lo que todos buscan es un buen seguro, situación en la que destaca el mediador que buscará siempre el seguro que más se ajuste a las necesidades reales del asegurado ofreciendo, además, asesoramiento en caso de accidente. El seguro de moto básico cubre la responsabilidad civil obligatoria, que es la que protege a terceros ante accidentes en los que tú seas el responsable. Lo más habitual es que esta responsabilidad se pueda ampliar en la cuantía cubierta. Por otro lado, las mejores pólizas básicas incluyen la asistencia jurídica, judicial y extrajudicial del asegurado. Se añade también la defensa penal y reclamación de los daños sufridos por el motociclista en calidad de peatón. Por último, Aunque básicamente la asistencia en viaje para el motorista es muy similar a la del seguro del automóvil, la especial situación del conductor de una motocicleta conlleva que se deba tener en cuenta su contratación para amparar la situación que podría encontrase en caso de avería o accidente.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA