Cuando se contrata una póliza de hogar hay dos conceptos esenciales para la determinación de la prima como son el continente y el contenido. Sobre el continente hay que tener en cuenta que sobre el valor de reconstrucción (no el de venta), se valora de acuerdo con los metros cuadrados construidos por lo que no genera mayor problema.
Otra cosa distinta es la valoración que hacemos del contenido, concepto que hace referencia a todos los objetos que se encuentran dentro, ya sean de uso personal o general, como por ejemplo los muebles, los electrodomésticos, los objetos de decoración, los equipos informáticos, las pertenencias de valor, etc. Por ello, cuando se contrata una póliza es necesario hacer un inventario de todos estos bienes y calcular el contenido para que el seguro de hogar pueda cubrir sin problemas los daños que se originen en ellos en caso de siniestro. No por ello hay que hacer una exhaustiva relación de todos los objetos, pero si hay que tener en cuenta los objetos que, por su elevado valor, deban ser consignados en la póliza específicamente. La valoración que hagamos dependerá el importe de la prima y si aseguráramos nuestros bienes por un valor inferior al de mercado, la indemnización no cubriría todos los gastos produciéndose lo que se denomina infraseguro; y, si por el contrario, lo calculamos por encima de su valor se producirá el sobre seguro.
Se trata de asegurar aquellos bienes que forman parte de la vida de los asegurados y que tengan un valor económico. Aunque en ocasiones se suele reducir este listado por temor a que la prima del seguro sea demasiado elevada, es importante considerar que esta protección en caso de que ocurra algún percance derivará en un ahorro, ya que el coste por reemplazar algún bien por cuenta propia será superior. Para ello es necesario estimar el valor que tiene cada uno y en función del resultado, elegir la póliza que mejor se ajuste a las necesidades de la vivienda. Para ajustar al máximo el cálculo, se debe tener en cuenta el coste de reposición o sustitución del bien por otro nuevo. En el caso de los objetos artísticos o históricos, su valor suele ser el que tengan en el mercado de arte especializado. Con el paso de los años el contenido que se declara en un primer momento, cuando se contrata un seguro de hogar, puede variar sustancialmente. Es importante informar a la compañía de las nuevas adquisiciones, sobre todo, si tienen un valor elevado.
Por último y respecto a los siniestros, con independencia de lo anteriormente indicado relativo a una correcta contratación con una adecuada cifra para contenido y continente, tenemos que resaltar que los daños indemnizables son aquellos que figuran en la póliza, excluyendo de su cobertura, por regla general, aquellos daños originados por el uso o falta de mantenimiento. Por ello, tanto en el momento de estar asesorados en la contratación o en el siniestro es conveniente acudir a un mediador que le informará adecuadamente.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA