El incremento del protagonismo del uso de la bicicleta, con un creciente número de practicantes ha propiciado que la administración se haya visto obligada a dictar normas para una correcta regularización de su uso.
La reforma del Reglamento General de Circulación es un buen ejemplo de ello ya que recoge la normativa que regula esta actividad.
Pero esta normativa que trata de regular, como hemos indicado, esta actividad debe ser complementada, ya que se trata de un colectivo muy vulnerable. Los ciclistas se quejan de la inseguridad a la que están expuestos, y teniendo en cuenta que en la actualidad más del 20 por ciento de la población posee una bicicleta propia, además de la necesaria reforma legal que se ha realizado, hay que buscar una protección que asegure los efectos negativos que un accidente puede conllevar. La búsqueda de ese seguro no debe limitarse al conductor y daños producidos a terceros, sino que los precios que actualmente alcanzan algunas bicicletas hacen pensar en que las coberturas de esos seguros se enfoquen también para su protección.
Los seguros para bicicletas pueden variar mucho entre unas compañías y otras, y, aunque aún no son obligatorios, al no ser un vehículo a motor, es recomendable la contratación de algunas coberturas que a titulo de ejemplo indicamos:
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Cobertura de responsabilidad civil que cubriría los daños que se puedan causar a terceros.
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Gastos médicos y de urgencias para caso de accidente, cubriendo tanto en España como en el extranjero.
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Cobertura por robo de la bicicleta, con o sin franquicia, el importe dependerá de cada compañía
En conclusión, la normativa actualmente vigente ha mejorado la protección de los ciclistas, pero la práctica de este deporte también requiere un amparo para los usuarios, terceros y maquinaria utilizada por lo que un buen seguro se hace necesario.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA