La consideración de un objeto o joya como de especial valor viene determinado por su cuantificación económica, con independencia de su coste sentimental. Normalmente este valor viene fijado por las aseguradoras que otorgan la consideración de especial a esos objetos si sobrepasan una determinada cantidad de dinero, que suele estar sobre los 2.000 €, pero depende de cada aseguradora por lo que habrá que estar a lo estipulado por cada una de ellas.