El crecimiento del uso de la bicicleta como medio de transporte o de ocio es muy común hoy en día y su utilización ya no solo queda circunscrita al verano, sino que ya abarca todo el año.
Ello ha conllevado que los problemas por las incidencias o accidentes se haya incrementado y esto ha propiciado que la administración se haya visto obligada a dictar normas para una correcta regulación de su uso mediante la modificación del Reglamento General de Circulación pero sin incluir la obligatoriedad de contratar un seguro que ampare las diferentes situaciones a las que tenemos que hacer frente al tener, por ejemplo, un accidente. En conclusión, la normativa actualmente vigente ha mejorado la protección de los ciclistas, pero la práctica de este deporte también requiere un amparo para los usuarios, terceros y maquinaria utilizada por lo que un buen seguro se hace necesario.
Al día de hoy el uso de la bicicleta se ha expandido enormemente, existiendo bicicletas de todo tipo y para todas las necesidades, y si bien es cierto que su uso tiene numerosas ventajas, como pueden ser el respeto al medioambiente, salud, ocio..., pero montar en bicicleta conlleva algunos riesgos que hay que tener en cuenta, como pueden ser las caídas, atropellos, averías y robos, entre otras circunstancias. Estos son algunos ejemplos de la utilidad práctica de tener un seguro que nos pueda proteger, pues en caso de ser atropellados, circunstancia que desgraciadamente no es infrecuente, la reclamación puede derivar en juicio que aclare las circunstancias que han concurrido. En este caso un seguro con cobertura de defensa jurídica nos protegería. Pero, ¿y si somos nosotros los que atropellamos a un peatón?. La contratación de un seguro de responsabilidad civil nos ampararía frente a la posible indemnización que tuviéramos que abonar al perjudicado.
La recomendación de la contratación de un seguro no queda limitada a los supuestos expuestos, pues los accidentes también pueden venir generados por tener, por ejemplo, una avería lejos de nuestro domicilio, circunstancia que sería amparada por la cobertura de asistencia, o que nuestra bicicleta sea sustraída. El robo de la bicicleta es una hecho que se repite con frecuencia y dado el valor que algunas bicicletas tienen es recomendable tenerlo presente cuando se contrate una póliza de seguros. Por lo general los seguros, en caso de accidente, suelen exigir algunos requisitos para indemnizar, como puede ser la presentación de denuncia en caso de robo.
Como vemos la consideración de contratar un seguro como muy recomendable tiene una justificación bastante sólida por lo que un asesoramiento profesional para suscribir una póliza de acuerdo a nuestras necesidades es muy recomendable.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA