La renovación anual del seguro del automóvil, es objeto de muchas consultas pues, normalmente, suele llevar un incremento en la prima con el que no se suele estar de acuerdo. La aplicación mayoritaria en España del sistema bonus/malus, que premia la no presentación de partes con bonificaciones y con recargos en caso de partes con culpa son la explicación de esta incidencia.
En efecto, existe una creencia generalizada de que las presentaciones de partes sin contrario no inciden en la prima, así como los daños en las lunas e incluso la utilización de la grúa tampoco. Cierto es que en el mercado existen aseguradoras que permiten la presentación de partes sin afectar a la bonificación, pero que solo permiten un número determinado de partes al año, pasado el cual o bien dan de baja la póliza o incrementan el importe de la prima a la renovación.
Otro elemento que interviene en el proceso de renovación de la póliza, con la consiguiente incidencia en la prima, es la relativa a la culpabilidad del siniestro donde hay aseguradoras que lo tienen en cuentan y no así otras que utilizan el criterio de la siniestralidad frente al de la culpabilidad.
Es por eso muy importante tener en cuenta que en la renovación del seguro hay 2 elementos básicos:
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La aseguradora, que cada año fija si hay incremento o no de la prima de acuerdo con criterios actuariales internos.
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El asegurado, que de acuerdo con la presentación o no de partes de siniestros, podrá amortizar más o menos el incremento que, en su caso, decida la aseguradora.
En conclusión, el incremento o no de la prima, a la renovación anual está marcada por la siniestralidad de la póliza por lo que debemos tener en cuenta lo expuesto anteriormente.