Desde SEGUROSCEA, se ha podido comprobar que entre los años 2015 y 2016 se han mantenido las contrataciones de seguros para el hogar, automóvil, defensa jurídica, retirada de carné, incapacidad temporal, entre otros, pero, desde hace algún tiempo venimos experimentando un aumento de las contrataciones de seguros relacionados con decesos, vida y ahorro.
En el caso de la contratación del seguro de decesos se debe a diferentes factores, actualmente este seguro tiene una cobertura que va más allá del propio deceso, aparte de las coberturas básicas las aseguradoras suelen incluir, otras que completan la oferta al asegurado, ya que con la contratación del mismo dispones de ventajas dentales, médicas y jurídicas al poder realizar el testamento online; además una de sus cláusulas resulta ser una de las más atractivas y demandadas por el asegurado, el “borrado de huella digital”.
El borrado de la huella digital es la garantía que te asegura que tras tu deceso desaparecerás digitalmente de cualquier red social o buscador de internet. Muchos son los casos de personas que tras la muerte de un ser querido se han visto en un laberinto de encrucijadas para poder borrar digitalmente la presencia de los mismos, es por ello, que muchas personas recurren a nosotros para asegurar que esta parte quedará solventada en su ausencia.
En los últimos tiempos son muchos los medios de comunicación que se hacen eco de la delicada situación económica de nuestro país y lo difícil que será mantener las pensiones en un futuro casi inmediato, es por ello, que mucha gente ha tomado la decisión de contratar seguros de vida y de ahorro. Cuál es la diferencia y qué motivo lleva a contratar uno u otro:
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El seguro de vida lo están contratando personas cuyo endeudamiento familiar resulta elevado y familias cuyos ingresos dependen de la persona asegurada, de esta manera se aseguran que en caso de fallecimiento sus familias puedan responder ante las deudas adquiridas y tener una ayuda para seguir viviendo.
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El seguro de ahorro se lo están planteando aquellas personas que independientemente de su situación económica actual, ven la necesidad de auto garantizarse el mismo nivel de vida una vez hayan finalizado su vida laboral activa, ante el riesgo de que la pensión podría reducirse en los próximos años.
Rosa María García. Directora de Comunicación