Vivir en comunidad no es fácil por lo que evitar motivos de confrontación es una de las ventajas que puede ofrecer un seguro de comunidad, aunque no sea un seguro obligatorio, ya que salvo la excepción de algunas comunidades autónomas que exigen un seguro de incendios y de daños a terceros, la ley de propiedad horizontal no establece su obligatoriedad.