Problemas por agua, incendios, pintadas en las fachadas, desperfectos en el tejado… son situaciones que no aparecen a diario en las comunidades de vecinos, pero que, el día que se presentan, pueden ocasionar una derrama que deberá ser abonada equitativamente por los vecinos salvo que se disponga de un buen seguro de comunidad que haga frente a esas situaciones.