La respuesta a la pregunta planteada es clara, ya que uno de los mayores problemas de las tiendas y comercios es la sustracción de sus productos. Considerando el robo como el apoderamiento de una cosa mueble ajena, mediante el empleo de la fuerza en las cosas, está claro que siempre es conveniente ser previsor frente a una posible sustracción mediante la contratación de un seguro que cubre esta contingencia.