Una de las prioridades marcadas por el nuevo gobierno es la de estudiar la reforma del sistema público de pensiones en España, pues cada vez con más frecuencia, estamos escuchando en los medios de comunicación, las dificultades de mantener el actual sistema generando muchas dudas su mantenimiento.
El planteamiento es importante, pues a pesar de que el futuro sistema de pensiones esta en el aire, la opinión generalizada de los expertos es que el grado de conocimiento de los futuros pensionistas es muy limitado, y son pocos los que de una manera efectiva están pensando en ese futuro.
Las pensiones públicas pueden no ser suficientes para tener una jubilación acorde con las necesidades económicas que pudiéramos necesitar, por lo que habrá que buscar fórmulas financieras que nos permitan mantener un nivel de vida aceptable tras la jubilación. Frente al sistema de previsión social pública, se hace cada vez más necesario recurrir al sistema que se encarga de complementar los ingresos generados, como pueden ser los sistemas de aseguramiento y ahorro privados, con aportaciones individuales orientados a la jubilación.
Es indudable, por tanto, que debemos plantearnos la búsqueda de un producto que sirva a esas necesidades, para lo cual debemos, por una lado, buscar un asesoramiento profesional dado que en la elección del producto óptimo influyen diversas variables, y por otro, tener en cuenta que necesitamos ahorrar para compensar la previsible reducción del importe de la pensión en los próximos años.
El mundo del seguro ofrece varias posibilidades para hacer frente a esta necesidad social de asegurarse una jubilación digna:
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Plan de Previsión Asegurado (PPA): Tiene un interés garantizado. Las aportaciones a los PPA son deducibles del IRPF con unos límites y en función del volumen de sus rendimientos (de trabajo y/o actividades económicas), si bien solo cobrarán en los casos dispuestos en la ley (jubilación, enfermedad grave o paro de larga duración). El límite de la aportación es de 8.000 € anuales.
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Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS): Tienen un interés garantizado, ventaja fiscal de la exención de tributación como rendimiento de capital mobiliario cuando, en el momento del cobro, se realiza en forma de renta vitalicia y han pasado 5 años. El límite de la aportación es de 8.000 € anuales y 240.000 € en el total del plan.
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Seguros de ahorro individual a largo plazo (SIALP): Tiene un interés garantizado, con recuperación de la inversión en caso de fallecimiento, pudiéndose rescatar transcurrido el primer año. Con la ventaja fiscal de que los rendimientos quedan exentos de tributación manteniendo el plan de ahorro durante 5 años, percibir la prestación en forma de capital y no haber realizado ninguna disposición anticipada del saldo. La aportación máxima anual es de 5000 €.
Federico Martínez de la Puente. Abogado Seguros CEA